Desde hace tiempo he tenido la idea de encararme con mi tendencia, marcada y algo misteriosa, de ocuparme de temas de otras culturas, orientales en particular. Puede ser por una afinidad con
su estética: por ejemplo, esa fuerte predilección por el diseño elaborado- pattern- y la estilización y dramatismo de muchas manifestaciones culturales asiáticas, particularmente el ukiyo-e japonés y su herencia en manga. Igual que a generaciones de niñas y niños, desde las inglesas “chinas” decimonónicas retratadas por Charles Dodgeson hasta los retratos anónimos de mi colección- chicos en kimonos en foto estudios de México y Texas- reiteradas veces me nace el impulso de disfrazarme de otro, de explorar iconografía ajena a la de mi herencia personal.
Un artista se expresa, se proyecta, y por ende se revela por medio de su obra. ¿Qué implica, entonces, expresarse por medio de lo que no es propio? ¿Revelarse por medio de un disfraz? Conocedores de psicología dirían que invertir en una imagen apartada del ser es una
característica narcisista, y agregarían que el narcisismo es un desorden propio de los artistas. Como sea me siento más yo, al parecer, si me proyecto por medio de la otredad. O a lo mejor lo
que soy se estira si se sumerge en lo foráneo. O llevo tantos años de ser extranjera que me siento más yo siendo otra, la anomalía.
Debo aclarar que mi uso de elementos culturales de otra parte es un uso del aficionado o del turista y no el de un estudioso. La iconografía no implica para mí lo que podría implicar para personas de las culturas involucradas; mis construcciones son inventos, quizás metáforas, una especie de pastiche de elementos que llegan a tener, que deben asumir, un significado distinto de lo que conllevan en su contexto cultural original. Pero la existencia de ese significado original les puede dar a la imagen creada más niveles de lectura.
Disfraz, otredad, y exotismo
The title above demands some explanation. It starts off in English, although the exhibit it describes takes place in a Spanish-speaking country, partly because the show is about cross cultural events, and partly because to say elsewhere in Spanish, one needs three words, while as the word is short and sweet in English. Otredad and otherness are the same thing; disfraz means disguise or costume and even dress-up. Exotismo is of course, exoticism (chinoiserie falls into this category).
From some time now I have had the idea that it would be interesting to confront my marked and rather mysterious tendency to work with subject matter from other cultures, particular the Oriental. An explanation of this trait would have to include my personal affinity with the esthetics of these far-off places: for example, my predilection for all types of pattern and interest in the stylization and dramatic quality of many Asiatic cultural manifestations, particularly the ukiyo-e of Japan and its heritage apparent in present day manga. As a further explanation, I evoke the generations of children, from the nineteenth-century English girls photographed by Charles Dodgeson in Chinese costume to the anonymous portraits of my own collection (kids in kimonos immortalized in Mexican and Texan photography studios) who have had the urge to project themselves through an assumed identity. I share that urge, a compulsion to disguise myself as the other, and to explore iconography foreign to my own cultural heritage.
caja Primus de al serie Cajas como contenedoras de si mismas/ Primus box from the series Boxes as containers of themselves 2009
Artists express and project themselves and therefore reveal themselves through their work. What does it imply, therefore, to express oneself in a guise not native to the self expressed, to reveal oneself by means of a disguise? Those knowledgeable in psychology say that investing in an image separated from the self is a narcissistic characteristic, and could add that narcissism is a disorder common to artists. That said, I feel more myself, apparently, if I project myself by means of otherness. Or perhaps, my identity is stretched if it’s imbued in foreignness. Or I’ve been a foreigner (American in Mexico) so long that I feel more myself, being the other- the anomaly.
I have to make clear that I use cultural elements from “elsewhere” as an amateur or tourist and not as a student of cultures. The iconography doesn’t imply for me all that it would imply for the natives of these borrowed cultures; my constructions are inventions, perhaps metaphors, a sort of pastiche of elements that come to have, which must assume, a significance distinct from that which they carry in context of their own culture. But the existence of that original, implicit meaning can give the created image another layer of resonance.
La figura en el tapiz
Durante años anduve buscando un cuento de Henry James llamado The Figure in the Carpet. Como yo lo recordaba, se trataba de un niño jugando en la borde de un tapete oriental, imaginado que éste tenía profundidad y dimensión real, cuando repentinamente cae adentro del tapete y desaparece.
Encontré el cuento en la red hace un mes, pero la historia es otra. Quién sabe de dónde saqué mi versión imaginaria. El cuento narra el intento de un joven crítico literario y un amigo, también crítico, de descifrar el motivo, el asunto esencial, que recorre toda la obra de un distinguido novelista.
A este “asunto” le llaman la figura en el tapete. Y el amigo lo descubre, pero su descubrimiento se pierde con la muerte del novelista y del descubridor. Pero me quedo con la frase de la figura en el tapete, o como prefiero traducirla, yendo del piso a la pared, en el tapiz. Lo interesante en seguir la trayectoria de cualquier escritor o artista, o hasta podría decir de cualquier persona, es esa búsqueda de la figura –o figuras- en su tapiz.
detalle, La Figura en el Tapiz, grafito/papel/detail, The Figure in the Carpet, graphite/paper, 2009
For years I have been looking for a story by Henry James called “The Figure in the Carpet”. As I recalled the narrative, it was about a little boy playing on the edge of an Oriental carpet, imagining that it had real depth and dimension, like a secret jungle, into which, suddenly, he actually falls and thus disappears. I found the story through the internet about a month ago, but the story was not at all what I remembered. It turned out to be the narratiion of the efforts of a young literary critic and a friend of his, also a critic, to decipher the hidden meaning, the essence or uniting thread woven into the body of work of a distinguished novelist.
This essence they called the figure in the carpet. And finally the friend does discover it, but the discovery is lost with his inopportune death in conjunction with that of the novelist.
But the phrase the figure in the carpet continues to fascinate me. An essential motivating force when delving into the trajectory of any artist or writer, or any person, for that matter, is the possibility of discerning something about the figure in their carpet.
Disfraz
Fiesta de disfraces, México, c.1965, grafito/papel/ Costume Party, Mexico City, c.1965, graphite/papel, 2009
El traje de luces y la toga del juez me parecen de los disfraces más formidables. En mis archivos (imágenes recogidas) casi todos los hombres llevan algún vestimento especial: de luchador, domador de leones, samurái. En América Latina descubrí la gran tradición de fotografiar en estudio a niños vestidos de duendes, Peter Pan, conejos, chinos, japoneses, charros y chinas poblanas. Pero las imágenes que más me interesan ahora son aquellas en que, en vez de estar posando para una cámara, los niños disfrazados están en una dinámica social: se crea una dialéctica o un desfasaje entre la persona asumida y la personalidad que se escurre por las grietas en el disfraz. En general encuentro esta situación en fotografías familiares (viejas y abandonadas en los mercados de pulgas) tomadas en eventos caracterizados por la exigencia de un disfraz.
Máscara desplazada, garfito/papel/ Desplaced Mask, graphite/papel, 2009
A bullfighter’s attire and the robe of a judge seem to me extraordinary disguises. In my archives (found and collected images) almost all the men are in some sort of special dress: wrestlers, lion trainers, samurais. In Latin America I have discovered the marvelous tradition (though now a bit outmoded) of periodically photographing children in professional studios, dressed as elves, bunnies, geishas, charros (Mexican cowboys) as well as other folkloric alternatives. But the images that most interest me are those where instead of posing for the camera, the children are photographed in a social event, interacting: a dialectic is created between the personae assumed and the original personality of the child which seeps through the cracks in the disguise. In general I find these situations in old family photographs (relocated to flea markets) taken in events characterized by obligatory dressing-up.
Culture Shock
Quizás siguiendo con la idea de dinámicas y confrontaciones, empecé a traducir páginas de manga a grabados en relieve, en los cuales cada grabado se conectaba con el grabado siguiente. En cierto momento empecé a cambiar el motivo: el elemento japonés fue reemplazado por una estilización de una de las telas que fabricaba Rusia a fines del siglo 19 y principios del 20, para los mercados de Asia Central. Estas telas en sí combinan dos culturas: suelen tomar un diseño de origen europeo y volverlo más rudo—más colorido y menos sutil--, para acomodarse a los gustos de los nómadas asiáticos.
elementos de Culture Shock, grabado en relieve/elements of Culture Shock, relief prints, 2009
Sushi heroico y El jardín de las delicias
El mundo de Culture Shock fue diseñado para dividirse en submundos. De allí, con la ayuda de esa tecnología tan cómoda que es la fotocopia en transferencia, los submundos se podrían poblar. Los primeros territorios colonializados fueron tomados por sushis voladores y chinas revolucionarias en paracaídas. Aquí hubo una combinación bárbara -- típica de las confusiones occidentales -- de elementos culturales que no deben compartir un escenario.
Desde El jardín de las delicias nos sonríen unas muchachas vintage -que ya pasaron 4 ó 5 décadas en carteles anunciando hilos y tabacos- entre hojas flotando recogidas de catálogos de papel tapiz. Están acompañados por un samurái y una muchacha (adúltera) encinta rescatada de una suerte terrible en las páginas de ukiyo-e. En las letras se posan dos figuras (más bien, una figura desdoblada) tomadas del Bosco.
Sueño una versión con serpientes y escaleras. Un elemento del Culture Shock se independizó como Amor entre samuráis.
El jardín de las delicias, grabado en relieve con transferencia/The Garden of Earthly Delights, relief print with transfer, 2009
Heroic Sushi and Love between Samurais
The world of Culture Shock was designed to be divided into sub-worlds. And there, with that accommodating technology known as transfer of photocopies, the sub-worlds could be populated. The first territories to be colonized were invaded by flying pieces of sushi and revolutionary Chinese women in parachutes. Here exists a barbarous combination- typical of Occidental confusions, of cultural elements which have no reason to share the same stage.
From The Garden of Earthly Delights vintage young ladies smile at us (after having spend 3 or 4 decades in posters announcing sewing thread or tobacco) surrounded by floating leaves gathered up from wallpaper samples. They are accompanied by a threatening samurai and a young pregnant woman (adulterer) saved from a terrible fate in the pages of ukiyo-e. On the uppermost letters are poised, ready to leap, two figures (or one figure doubled) taken from Hieronymus Bosch.
I’m dreaming about a new sub-world with snakes and ladders. Another element of Culture Shock has found its independence as Love among Samurais.
Amor entre samurais, grabado en relieve con transferencia y costura/Love among samurais, relief print with transfer and sewing, 2009
El punto quieto, xilografía con punta seca/The Still Point, woodcut with drypoint, 2009
Trabajando con tres grabados en relieve más chicos, me puse a inventar variaciones utilizando una serie de grabados en punta seca que me han acompañado muchos años y sufrido muchas transformaciones (aparecen, por ejemplo, en 1998 como transferencias en 15 metros de hoja de pianola). Incluyen a una de las muchachas de Dodgeson (Lewis Carroll) vestida de china, unas geishas de espalda, Mifune (actor predilecto de Kurosawa) en la selva, plantas carnívoras, gaki (los gaki, fantasmas con bocas chicas y estómagos enormes, que eran la explicación de los japoneses medievales de la desaparición de restos orgánicos), y niños japoneses tomados de un anuncio de foto estudio antiguo. Desde hace mucho he tenido la idea que una placa de grabado no debe terminar como parte de una sola imagen fija- prefiero que sean elementos combinables con una gama de posibles salidas.
Otro elemento del remix fue utilizar las placas en relieve para imprimirse en barro y crear versiones en cerámica de los grabados.
Si te dijera..., xilografía con punta seca y costura/If I were to tell you..., woodcut with drypoint and embroidery, 2009
Remix with Micro Cosmos
Working with three smaller relief prints, I set myself to invent variations incorporating a series of very small dry point prints which have now accompanied me for many years and suffered many transformations (they appear, for example in 1998 as transfer prints in 15 yards of player piano scroll). The images transcribed in them include one of Dodgeson’s (Lewis Carroll’s) Chinese-costumed young ladies, some geishas with their backs turned, Mifune (the favorite actor of Kurosawa) peering through bamboos, carnivorous plants, gaki (ghosts with enormous stomachs and very small mouths- the Medieval Japanese’s explanation for the disappearance of organic waste), and Japanese babies taken from an antique collage advertising a photography studio. For some time now I have had the idea that a printmaking plate shouldn’t be confined to forming part of just one image, but regarded as a flexible element, susceptible to incorporation into a range of graphic possibilities.
Turismo
Turismo es una especie de arreglo en collage (políptico o instalación, como quieran) compuesto de fragmentos de carteles chinos vintage, papel tapiz y marcos antiguos. Tiene la intención de crear un ambiente en que la suma de las partes no da más que una sugerencia de lo que podría ser, realmente, la escena o lugar retratado. Se ve con esa visión fragmentada y poco informada típica de los que no son de aquí.
Tourism
Tourism is a sort of collage (polyptych or installation, as you wish) made up of fragments of vintage Chinese posters, wallpaper samples, and antique picture frames. The idea was to create an atmosphere in which the sum of the parts gives no more than a suggestion of the actual nature of the scene or place portrayed. It’s viewed with the fragmented and incomprehensive gaze of the tourist.
Cajas contendedoras de sí mismas
Estas cajas son reliquias en sí mismas y también contenedores de reliquias.
Todas fueron encontradas en la Lagunilla, igual que los marcos de Turismo. Fotografiando la caja y manejando su imagen en transferencia (donde agregué algunos elementos de los carteles vintage y papeles tapiz de Turismo), se crea un interior compuesto del exterior. En este caso el elemento de otredad no es otra cultura pero más bien otra época: el pasado.
Through a glass darkly
Desconozco la traducción exacta al español de esta frase bíblica. La quiero aplicar a las fotografías que tomé de dos fotocopias asomándose desde áreas despejadas de plata en dos espejos viejos y maltratados. Según los elementos colocados para reflejarse en los espejos, cambiaba la imagen.
Through a Glass Darkly
This Biblical phase is a new and second title for a series I once called “The Floating World”, the courtesan sector of old Japanese cities which the ukiyo-e prints portrayed. Both titles apply to a series of photographs I took of the two halves of a photocopy showing through the places in an old mirror where the silver coating had worn off. By changing the elements reflected in the mirror, I could change the nature of the photographic image. The photocopy came from a fragmented image of a lady in her toilette registered by the Italian photographer Felice Beato in 19th century Japan.
This completes my catalogue of mutating images.
Así se completa mi catálogo de imágenes mutantes.
--Carla Rippey, ciudad de México, mayo de 2009