La imagen que hice para el libro. Combina una fotografía de una presa en la corte con un detalle de un grabado japonés (de la colección Carrillo Gil) matando a su amante/The image I made for the book. It combines a photograph of a woma prisioner in court with a detail from a Japanese print of a woman killing her lover
Me agradó la historia que me fue asignada porque tiene relevancia con un encargo anterior: hace algunos años fui una de las personas activas en la cultura a quienes se les pidió escoger una fotografía de las archivadas en la Fototeca para luego comentarla, para un número de la revista Alquimia del Sistema Nacional de Fototecas.
I was happy with the events I was assigned because they were relevant to a previous task: a few years ago I was one of the people active in cultural matters who were asked to choose a photograph from the vast collection of the Mexican national archives, in order to write about the image for the magazine Alquimia published by the institution responsible for the archives.
Following is a revised version of that text:
La mujer frente al tribunal
A lo mejor peco de una sensibilidad exagerada al reaccionar a la situación de esta mujer, escogida entre varias en situaciones similares, todas enfrentándose a una sociedad acusadora. Me impacta particularmente la conformación del tribunal, porque todas las fotos que vi están fechadas en una época en que el aparato de la justicia era aún un mundo masculino, sin juezas ni abogadas. Este hecho enfatiza la situación solitaria de la presa, me doy cuenta que lo que me impacta de la escena no es solamente su condición de mujer, pero también su aura de belleza, como si hubiera una contradicción intrínseca entre belleza y culpabilidad.
The Woman before the Court
La pintura de Gérome, un poco recortada/Gérome's painting, slightly cropped (1861)
Una cabeza de Friné como Afrodite por Praxíteles, ca.340 BC/ A head of Phryne as Aphrodite by Praxiteles, c.340 BC
Algunos vieron el cuadro de Gérome como una excusa para el voyerismo barato; otros calificaron el gesto de pudor como digno de una maestra de escuela. Resulta que la actitud de la retratada (a quien vemos cubriéndose la cara, más nada más, con su brazo, y así con los brazos levantados haciendo resaltar el cuerpo expuesto) en esa ambivalencia entre revelar y exponer, encontró tal eco entre los franceses que desató toda una moda de imitarle el gesto en las “cartes de visites” tan populares en la época.
Una tarjeta de visita francesa de la época, con influencia de la pintura de Gérome/A French visiting card from the period,influenced by Gérome's painting
Some saw in the painting of Gérome an excuse for cheap voyeurism; others qualified the courtesan’s gesture of modesty as befitting a schoolmistress. It seems that the attitude portrayed (we see her covering her face, and only her face, with her arm, and her upraised arms serve to underline the exposure of the rest of her body) in quite an ambivalence of revealing or concealing, found such an echo among the French that it unleashed a fad of imitating the gesture in the “carte de visites” popular at the time.
Las mexicanas fotografiadas en las fotos de archivo del Fondo Casasola demuestran un impulso parecido en quererse esconder. Todas las enjuiciadas tienen la cara y/o el pelo cubiertos, con velos, sombreros, el rebozo, o hasta con las manos. Una parte del encubrimiento es típica de la época, pero otra parte importante es atributa de la vergüenza. La desnudez de las retratadas consiste en su vulnerabilidad ante una sociedad que las enjuicia. Por bien o por desgracia, la belleza, que en otras situaciones sociales podría ser escudo o arma, no sirve de escapatoria; no hay clausula legal para ello. Pero hay algo imperativo en sí en el estado de la belleza, desde el cuento de García Márquez en que las mujeres del pueblo declaran que alguien tan triste y tan bello tiene que llamarse Esteban, hasta el obrero muerto de Álvarez Bravo, que nos hace rebelar frente a su desaparición, quizás más por su belleza que por su condición humana. Hay un imperativo que se maneja a nivel frívolo en las mujeres de los anuncios del Palacio de Hierro, que exigen ser perdonadas (o permitidas todo) por ser bellas. Actualmente vemos operar el mismo instinto en el caso de la secuestradora francesa Florence Cassens, defendida por el mandatorio francés como se fuera víctima, no verdugo. Y ¿Cómo es posible, se preguntan sus vecinos, pregunta registrada por los reporteros, que alguien tan bella sea un criminal?
Imagen del fondo Casasola, ca. 1935/Image from the Casasola Collection, c. 1935
The Mexican women I found in the perusal of the photographic archives in the Casasola Collection demonstrate a similar impulse in the desire to hide themselves. All the females accused have their face or hair covered with veils, hats, a shawl, or even with their hands. To a certain extent this tendency to cover themselves up is characteristic of the period, but the rest can be attributed to shame. The nakedness of those depicted consists in their vulnerability before a society which judges them. For better or for worse, it seems that beauty, which in other situations could serve as a weapon or a shield, cannot get them off: there is no legal clause for it. But nevertheless there is something imperative in the simple fact of beauty-- we see it in the story of García Marquez when the women of a fishing village declare that someone so beautiful and so sad must be called Esteban, and in the murdered striker photographed by Álvarez Bravo, whose death dismays us, as much for his beauty as for his simple humanity. There is an imperative bandied about on a frivolous level in the women of certain department store ads who demand to be pardoned for (or permitted) everything because they are beautiful. Recently we have seen the same instinct working in Mexico in the case of the Frenchwoman Florence Cassens imprisoned for kidnapping, defended by the French president as if she were the victim, not the abusing party. And how is it possible, her neighbors ask themselves, a question registered by reporters, that someone so beautiful could be a criminal?
Fotografía de Robert Demachy con infuencia de Gérome, detalle/Photograph by Robert Demachy influencied by Gérome, detail
Muy aparte de lo injusto de reaccionar de forma distinta ante un ser normal y uno con esa dote, y también aparte de la larga y pertinente discusión de la naturaleza de los crímenes y supuestos crímenes perpetuados por mujeres, la mujer frente al tribunal, como una santa frente a la Inquisición, sigue con el extraño poder de convencernos de su inocencia, o verla por lo menos perdonable, no más por el gozo que experimentamos en contemplarla.
Un dibujo mío basada en la fotografía de Demachy/A drawing I did based on Demachy's photograph
Apart from the obvious injustice of reacting differently to a normal person and someone with this blessing, and also apart from the long and pertinent discussion of the nature of the crimes and supposed crimes perpetrated by women, the woman before the court, like a saint before the Inquisition, retains the strange power of moving to us to believe in her innocence, or at least to want to see her as a victim of circumstance and thus worthy of pardon. It is a power rooted in the pleasure we experience as we behold her.
El Paricutín, grafito/papel, 1991-2/The Paricutin, graphite/paper, 1991-2
La serie de dibujos (encontrarán 2 en la entrada anterior) Mujeres Detenidas es una reacción mía más detenida al fenómenon comentado aquí. Fue al examinar las fotografías para escribir este ensayo que me nació la idea de hacer los dibujos, y todos están basados en el fondo Casasola. Lo único malo es que eso de "una reaccion detenida" va en serio-- he tardado años ya y me faltan unos 12 imágenes por dibujar. Aquí está el tercero:
Mujer detenida, México, años 30, 2001/Woman detained, Mexico City, 1930's, 2001
The series of drawings (2 are reproduced in my last entry) "Women under Arrest" is a more detained reaction on my part to the phenomenon discussed above. It was on examining the photographs I saw in order to write this essay that it occured to me to make the drawings, and they are all based on images from the Casasola colelction. But unfortunately I exaggerate this business of detaining myself--I've been working on the series for years and still have 12 to go...Above you see the third.
1 comentario:
Estimada Sra, Rippey,
There is a tiny typo in the English version of the text: it should be 1861 (not 1961) Paris Salon.
Un saludo.
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